Más clásico que nunca, el diseñador italiano ha querido dejar claro que la sofisticación y la elegancia puede conseguirse con pequeños detalles. No ha habido mucha ostentación en estas creaciones, únicamente resalta un cuidado trabajo de los materiales, que se enriquecen con detalles joya, bordados y efectos velados.
Ha sido muy comedido con la paleta cromática: tonos nacarados y el negro como acompañamiento. Es más, su colección ha recibido el conciso título de "Nude".
Hombros realzados, cinturas definidas y líneas fluidas para cubrir las piernas. Juego de texturas. La edad de oro de Hollywood.
Armani comenzó su presentación con una línea de trajes de chaqueta de corte clásico y confeccionados con tejidos lisos, mostrando los pantalones con líneas amplias. Los detalles bordados, los brillos y los contrastes de texturas son tónica dominante del desfile.
Algunas de sus creaciones nos dejan patente que Armani sigue fiel a una de sus inspiraciones preferidas: el lejano Oriente, con líneas quimono pero modernizadas.
La modelo rusa Sasha Luss fue la estrella del desfile. Esta joven, una de las nuevas tops revelación del momento, apareció en tres ocasiones sobre la pasarela, dos de ellas para abrir y cerrar el desfile.
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